Prueba: Chaqueta DXR VEGA


Para una motera, no es fácil elegir su chaqueta de cuero. La paleta de colores no suele ser tan variada como en la gama masculina, en el caso de que a una no le guste el rosa o el blanco, por ejemplo. El corte no siempre es el que desearíamos, ya que a menudo son demasiado cortas a la altura de las caderas. Hay que elegir entre un estilo deportivo o más clásico… ¡Vamos, que no es fácil! Después de haber dudado mucho tiempo antes de pasarme al cuero, finalmente me decido por la chaqueta DXR VEGA.

Como de costumbre, el pedido llega rápidamente a casa. Abro la caja, y saco la chaqueta. Mi primera chaqueta de cuero. Basta con sacarla del embalaje para empezar a apreciar la calidad de producto que nos ofrece la marca DXR. El cuero huele muy bien, y mi primera impresión es la de tener entre mis manos un producto bien acabado.

Una chaqueta de estilo clásico tirando a vintage

El estilo de la chaqueta de cuero DXR es clásico tirando a vintage. Perfecto: tengo una roadster y una moto modificada estilo Brat/Scrambler. El diseño de esta chaqueta para mujer retoma el estilo de la mítica perfecto, modernizándolo de manera acertada. Cuenta con varios bolsillos, interiores y exteriores, bastante prácticos para llevar el teléfono, una cartera, las llaves o el mando a distancia del garaje.

La chaqueta incluye un forro desmontable, así como protecciones CE en los hombros y los codos. En cambio, el protector de espalda tendréis que comprarlo aparte, por algo menos de 20 euros. Se coloca fácilmente en el interior de un bolsillo grande con cierre de velcro.

Chaqueta DXR VEGA: cómoda y práctica

El peso de la chaqueta DXR VEGA una vez puesta apenas se nota. Tiene buena caída y no es demasiado corta. Me sorprendió agradablemente la rapidez con la que el cuero se hizo a mi cuerpo. Pedí una talla S, bastante ajustada, pero que me permite conducir sin sentirme demasiado apretada y sin que la dureza del cuero limite mis movimientos. Con el forro puesto, me sigue quedando igual de bien: tiene la talla perfecta.

El bajo de la chaqueta queda justo por encima del cinturón y cubre bien las caderas, incluso en posición de conducción, lo cual no es habitual. Sube un poco, pero no deja al descubierto la mitad de la espalda. Para mayor comodidad, también se puede abrir por los lados, a la altura de las caderas, gracias a unos tiradores.

Un detalle que me ha gustado es el logotipo DXR en relieve sobre la hebilla del bajo.

Prueba en ciudad y en autopista

Empecé probando la chaqueta DXR VEGA en ciudad y en pleno verano, y me pareció ligera y ventilada. Al parar en los semáforos, el calor apretaba un poco, pero seguía siendo aceptable: no me asaba dentro.

En autopista, al atardecer y sin forro, el aire que entraba por las mangas me hizo tiritar un poco al pasar de los 110 km/h. Hay un botón y un velcro que permiten ajustar el borde de la manga con el guante sobre la muñeca, pero, a pesar de ello, el aire se infiltraba. También es cierto que tengo las muñecas algo pequeñas, así que es algo que me sucede a menudo.

En conclusión

El estilo de la chaqueta DXR VEGA está bastante bien. Es ligera, de calidad y fácil de llevar. Sí que le pondría una pega al cierre del cuello, que me parece demasiado abierto. Siempre he preferido las chaquetas con el cuello ajustado. Además, el hecho de que sea tan abierto hace casi obligatorio el uso de un cubrecuello en trayectos por autopista o a gran velocidad.

Comodidad4.5
Comodidad térmica4.3
Protección4.5
Corte4.5
Calidad/Acabados4.5
Lengüetas de cierre4

Mi opinión: Una chaqueta con estilo y asequible

Gracias a su excelente relación calidad/precio, la chaqueta DXR VEGA es perfecta para iniciarse en la gama del cuero. Su aspecto vintage queda bien con motos de estilo retro, scramblers y algunas roadsters. El cuero es flexible y las protecciones ni se notan: ¡la cómoda chaqueta DXR VEGA es perfecta para hacer kilómetros!
4.4

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EL CHEEBA

Apasionada de las motos desde muy pequeña y creadora de la página mini4temps.fr dedicada a las minimotos Honda, he terminado por dejar el mundo de las ruedas pequeñitas para pasar al de las más grandes. Hoy conduzco una CBF 600 y trabajo en una vieja GS500 modificada en scrambler para pasear por la ciudad.

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