Después del excepcional Schuberth C3, claramente adelantado a su tiempo, al C4 le ha costado convencernos. Aunque la segunda generación del C4 ya había corregido sus fallos, el daño ya estaba hecho: entre tanto, los moteros más experimentados habían situado al Shoei Neotec 2 en la cima de la pirámide de los cascos modulares de alta gama. Si lo digo en pasado es porque el recién nacido de Schuberth, el C5, no para de hacer cambios… Ahora con más estilo, más pulido, más protector, el C5 promete lo mejor, empezando por un silencio y una comodidad sobresalientes. Os doy mi opinión sobre este casco después de varios cientos de kilómetros de uso.
El primer casco modular ECE 22.06 del mercado
La nueva norma de homologación de cascos de moto ha dado mucho que hablar en nuestro país en los últimos meses. Una cosa es cierta, a nivel de protección, es más exigente con los cascos. ¿Cómo soporta el nuevo Schuberth C5, el primer casco modular del mercado ECE 22.06, las nuevas pruebas de impacto, más duras que antes?
La marca alemana ha optado por una fabricación en fibra de vidrio reforzada con fibra de carbono para una mejor distribución de la onda de choque. Por otro lado, una nueva calota interna multidensidad optimiza la amortiguación. El resultado es convincente: el C5 se gana su etiqueta ECE 22.06 y sin aumento de peso en comparación con el C4 Pro (1660 g para el C5 vs. 1650 g para el C4 Pro, en talla 57). Y los modulares de alta gama de la competencia, que aún no están al mismo nivel, empiezan a preocuparse…
El Schuberth C5 out of the box
No hay sorpresas con Schuberth. El C5 denota una gran calidad de fabricación. La perfección de los ajustes entre las piezas, la ausencia de ruidos parásitos (como chirridos) cuando se manipula o el bloqueo suave y seguro de la mentonera son ejemplos de ello.
No sé a vosotros, pero a mí visualmente me parece que está mejor hecho que el C4: el Schuberth C5 tiene un estilo claramente más moderno. Es más compacto que su predecesor. Visto de frente y desde arriba, el nuevo C5 parece menos voluminoso, en la misma línea que su abuelo el C3, con algunos bordes más. Pero también en línea con su principal rival…
Ya que hablamos de la calota, lamentamos que el C5 solo esté disponible en dos tallas de calota, mientras que el Shoei Neotec 2 ofrece tres. Tampoco hay de qué preocuparse, no es tanto una cuestión de comodidad sino más bien un detalle de estilo: los cascos con varias calotas quedan mejor proporcionados a cada cabeza, lo que le evita el efecto «bombilla», como se suele decir.
Los detalles que destacan
- Pantalla con función memoria: Entreabre la pantalla y luego levanta la mentonera. Cuando vuelvas a cerrar la mentonera, la pantalla volverá a su posición entreabierta.
- El visor solar ajustable en 2 posiciones: Ya estaba disponible en el C4. El mando que acciona del visor solar interno permite ajustarlo en dos alturas diferentes para que no choque con la nariz.
- La correa de cierre antivuelco: Gracias a un sistema de correas secundarias fijadas a la parte posterior de la calota, el cierre técnicamente no puede moverse hacia delante y, por lo tanto, el casco no podrá salirse de la cabeza en caso de accidente. Un clásico en Schuberth.
- La correa de cierre situada hacia delante: Una disposición especial que reduce la irritación en el cuello que se producía en algunos usuarios del C4.
- El Pinlock 120: El Schuberth C5 cuenta con la película antivaho más eficaz de Pinlock.
Para saber más, ¡sigue leyendo!
Intercomunicador, una opción no del todo opcional
El Schuberth C5 está pre-equipado para llevar el intercomunicador SC2. El cableado, la antena y los auriculares ya están instalados. El kit SC2 se basa en el Sena 50S, un producto de alta gama también con Bluetooth, 12 horas de autonomía y sistema Mesh (hasta 24 personas conectadas a largas distancias). La instalación es fácil ya que la batería se encaja en el hueco trasero y el módulo de control es fácilmente accesible con la mano izquierda. Práctico, pero caro: 349 € (precio público), debido al sistema Mesh.
Con un buen adhesivo, en mi opinión, es posible instalar otro intercomunicador en el C5, quitando los auriculares originales.
Primeros kilómetros con el Schuberth C5
Venga, vamos a probarlo. Es como si te pusieras unas zapatillas de andar por casa. El tejido interior es agradable, aunque prefiero el terciopelo del C4 Pro. La sujeción, para mí perfecta, debería ser igualmente buena para todos gracias a la personalización del acolchado que ofrece Schuberth. Según cómo te sientas dentro, puedes pedir otros acolchados más o menos gruesos, especialmente los laterales (mejillas). Porque, además de la comodidad, un buen mantenimiento juega un papel esencial en tu seguridad.
Muy buena ventilación en el Schuberth C5
Si en general te suele parecer que la ventilación de los cascos es demasiado ligera, el C5 está hecho para ti. Con sus dos tomas de aire en la mentonera, el C5 se desmarca de los demás modulares del mercado cuando se trata de dejar pasar aire fresco al interior… ¡Cómo sopla! Hereda así la toma de aire clásica de la gama C, situada justo debajo de la pantalla. El papel de esta pieza es expulsar el vaho que el Pinlock no puede contener.
La novedad respecto a las generaciones anteriores es la toma de aire situada en la base de la mentonera, unida al botón de desbloqueo. Esta toma de aire de dos posiciones da acceso a un gran canal que empuja el aire frente a la boca. No se trata de un conducto tortuoso (que frenaría el flujo de aire) ¡sino dos agujeros que dan directamente a la boca! Afortunadamente, están equipados con un filtro de espuma (que se puede lavar e incluso cambiar), para evitar que las gotas de lluvia y los mosquitos te besen por sorpresa.
La misma eficacia de la ventilación frontal, probablemente ayudada por el extractor trasero colocado debajo del spoiler. Schuberth te da la posibilidad de bloquear la ventilación frontal gracias a una pequeña tapa situada en el acolchado superior. El aire continúa renovándose suavemente en el interior, sin contacto directo con la cabeza. No está mal en invierno.
Doble homologación
¡Qué ganas de conducir en verano con el Schuberth C5! Con más razón todavía porque este modular (por primera vez en Schuberth) cuenta con la doble homologación P y J (integral y jet). Es decir, que el casco está homologado para circular con la mentonera abierta, a diferencia del C4 o del C4 Pro. Desde luego que las autoridades no se fijaban mucho en eso… ¡Pero las normas son las normas!
En el C5, el pequeño botón de bloqueo en posición abierta impuesto por la norma está situado a la altura de la sien izquierda. Teóricamente, cuando conduces en modo jet, deberías activarlo. Bueno, ya veremos con la práctica.
Cambiar al modo jet, un gesto fácil en el C5. El mecanismo de apertura es fluido, las ventilaciones ofrecen un punto de apoyo para la mano cuando el pulgar presiona el botón rojo.
Comodidad: Para olvidar su precio
El campo de visión es impecable. Hice una pequeña comparación a ojo con el Schuberth C4 Pro: su campo de visión también es alto y ancho, y está perfectamente situado para llevar una posición recta en touring o más inclinada en sport-touring.
Todavía dentro del tema óptico, el Pinlock 120 juega muy bien su papel en las condiciones de un día a -3 °C. En 200 km en este contexto, no necesité accionar la ventilación. ¡Algo muy útil cuando hace tanto frío!
Aunque estaba un poco duro en las primeras salidas, el mecanismo del visor solar es fácilmente accesible. La pantalla cubre bien el campo de visión y su tono es ideal para proteger los ojos sin perjudicar la visibilidad. No te esperes ningún milagro, como todos los visores solares internos probados hasta la fecha, se empañan fácilmente cuando hace frío…
El C5 ha sido trabajado en el túnel de viento, un lujo reservado a pocas marcas de cascos y, por tanto, goza de una excelente aerodinámica. Una cualidad que reduce la fatiga de los músculos cervicales en viajes largos y que, desde mi punto de vista, cuenta al menos tanto como el peso.
¡Pero la gran ventaja del C5 en cuanto a comodidad está sin duda en los oídos!
Un casco silencioso como ningún otro
Como ya sabrás, el ruido es una molestia que depende de muchos factores externos. La protección ofrecida por la moto, la potencia y el sentido del viento, el ajuste del casco a la cabeza o al cuello, la posición en la moto, etc. Al final el diseño del casco solo es uno de ellos. Dentro de este último parámetro, el C5 nos brinda lo mejor. A falta de ofrecer un silencio imposible, limita considerablemente los ruidos aerodinámicos.
Esto se traduce en un sonido de soplo homogéneo, sin zumbidos, golpeteos ni silbidos. Prueba a añadir turbulencias artificiales, por ejemplo colocando la mano delante del casco, y degradarás la situación de forma impresionante. Mi referencia en este campo era el C4: sin duda alguna, el C5 también es muy bueno. A pesar de todo, es difícil determinar un ganador, incluso conduciendo con los dos alternativamente.
¿85 dB(A) a 100 km/h?
Schuberth promete un nivel sonoro de 85 dB(A) a 100 km/h, un valor que no puedo confirmar. Mi sensación es la siguiente: por carreteras nacionales, a unos 90 km/h, se puede conducir sin fatiga auditiva molesta durante una hora. Pero en viajes largos y/o a velocidades más altas, recomiendo llevar tapones para los oídos.
Dicho esto, probé a hacer un viaje de 600 km en condiciones particularmente ventosas por la región de Auvergne con destino a la meseta del Aubrac sin tapones para los oídos. Para ver si realmente notaba esta fatiga auditiva. Resultado: al llegar, no tuve esa sensación de sordera que a veces se nota con un casco clásico (como la que tienes después de un concierto). Impresionante. A menos que ya esté sordo 🙂
No obstante, ¡sigo insistiendo en que uséis tapones para los oídos!
He notado unas ligeras turbulencias cerca del mando del visor solar cuando está sacado. El nivel sonoro no es molesto, pero solo se oye de un lado, es extraño.
Ver la ficha de producto
Actualización el 12/04/2022 sobre el nivel sonoro del casco tras una jornada de 600 km por carretera.
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