Qué ganas teníamos de recorrer España, sobre todo el sur. Prácticamente hemos estado en todas las comunidades autónomas, tanto en el norte como en el sur. Pero nos faltaba Andalucía. Ay, Andalucía. Qué bonita eres. ¿La excusa? ¿Hace falta? Bueno, la teníamos: un curso de inmersión lingüística en Granada, donde me habían dado una beca para mejorar mi inglés. Una semana encerrada en un monasterio únicamente hablando en inglés, sin apenas conexión con el exterior. Por lo que, decidimos irnos una semana antes, por si acaso no llegábamos. Ya sabes.
La idea era recorrer Valencia, Murcia y finalmente, Andalucía. Y, por supuesto, grabarlo para nuestro canal de Youtube y poder enseñarte de primera mano las maravillas de nuestro país. Además de ese modo podría probar el material que Motoblouz me había facilitado. ¡Y menuda prueba!
La primera etapa de este viaje por el sur de España, salimos de casa, concretamente en Tarragona, y pusimos rumbo a Morella. Decidimos ir por el interior, evitando la costa y dando prioridad a las montañas. Tras algo de autovía, llegamos a una carretera alucinante en mitad de la montaña, con curvas muy cerradas y cierto desnivel. Concretamente la T-333 y la A-1414. Dos pequeñas joyitas que nos hicieron el viaje mucho más ameno hasta Morella.
Morella está considerado uno de los pueblos con más encanto de España. Es conocido por sus murallas y su castillo, erigidos en pleno siglo XIII. Una maravilla visual que podrás disfrutar a medida que te acercas al pueblo. La gente, como siempre, maravillosa. ¿Lo más recomendable? Perderte por la zona y comprar algún licor casero propio del lugar. Nosotros nos hicimos con una botella de crema de arroz ¡deliciosa!
Al día siguiente pusimos rumbo a Murcia. Nos esperaba una buena carretera de curvas entre pueblos medievales. Las vistas fueron espectaculares y las carreteras ¡alucinantes! Aunque, si te soy sincera, lo pasé un poco mal. Todavía no tengo soltura en curvas y aquellas que son muy cerradas y con poca visibilidad se me atragantan un poco. Pero disfruté como una tonta. Apunta estas carreteras imprescindibles: la CV-15 (Coll de Ares) y la CV-166 (Benasal – Culla). ¡Menudos puertos de montaña!
Tras disfrutar de las carreteras y llenar el buche, pusimos rumbo a Murcia. No teníamos nada planeado y queríamos tirar hasta que el cuerpo aguantara. Y aguantó hasta Las Casicas en Murcia. Ese día nos recorrimos 464kms entre autovías y carreteras secundarias. Pasamos de un calor ‘normalito’ a más de 40oC de temperatura. Fue como un tortazo en toda la cara.
¿Qué hay en Murcia? Como dice mucha gente, “en Murcia no hay nada”. Para mí, la nada es maravillosa. Recorrimos carreteras donde podías visualizar el horizonte al final y, miraras donde miraras, había tierra y más tierra. La conexión con ese lugar fue de lo más profunda y quedé totalmente enamorada. Llegamos a Las Casicas por la RM-422 hasta Fortuna y después de Fortuna a Las Casicas por la MU-17-A. Espectacular. Una carretera de curvas en mitad de una montaña. Era todo desierto y rocas.
Llegamos a nuestra casa-cueva y descansamos, que ya tocaba. Hasta el siguiente día, que nos esperaba un día de más curvas y de un poquito de off-road (sí, 300 metros, pero para mí, como novata, fueron una eternidad).
¿Y el material? Brutal, pero vayamos por partes. En este caso hablaré sobre la chaqueta y las botas. Hay poco material para mujeres moteras. Y eso, es una mierda. La mayoría de ropa es unisex y, por suerte, cada vez hay más marcas que están empezando a apostar por el sector femenino. Entre ellas, DXR y Falco. DXR es una marca francesa, muy económica y súper bonita. La ropa de mujeres está diseñada por mujeres, ¡y eso lo he visto con mis propios ojos!
CHAQUETA DE CUERO DXR DIANA
Llevaba muchísimo tiempo detrás de una chaqueta de cuero cómoda y bonita. La mayoría no se adaptan a mi cuerpo (soy pequeñita) y me vienen excesivamente grandes. O sino, me hacen rozadura en el cuello. Esta chaqueta me quedaba como un guante a la primera, algo que agradecí enormemente. Tiene un estilo retro que casa a la perfección con mi Scrambler Ducati. Tiene forro térmico desmontable y bolsillos interiores, uno de ellos para guardar el móvil. Las protecciones son de muy buena calidad y encontramos las básicas: para codos, hombros y espalda.
¿Lo mejor? El estilo retro, la comodidad, el precio y la ventilación que tiene. La he llevado con temperaturas muy elevadas (42oC, un mediodía en Jaén) y es alucinante. Obviamente pasas calor, aunque pasaría calor con cualquier trozo de tela a esas temperaturas infernales; pero la chaqueta es sorprendentemente fresquita y ventila genial. Eso es, seguramente, por el forro térmico desmontable, algo que muchas no tienen.
¿Lo peor? No es impermeable y no tiene reflectores. Durante el día, bueno, no hay problema. Pero si te la pones por la noche puede ser un tanto peligroso, a menos que lleves un chaleco reflector encima.
Puntuación final: 4/5
BOTAS FALCO MISTY
¡Sí! Son unas botas de moto. Seguro que no te lo crees. Yo al principio, tampoco. De las botas más bonitas que he visto, en general. Sexys a rabiar y cómodas en la conducción. Fabrican mi número (lloro), un 36. Eso se agradece ya que muchas marcas empiezan a fabricar botas a partir del 37-38. Se adapta a mi pie perfectamente, sin comprimir en exceso ni limitar mi movimiento al andar. Por lo que puedo llevarlas fuera de la moto. De hecho, ¡me las he puesto incluso para salir de fiesta! Y eso que no llevaba moto. Tiene protecciones en los tobillos y tacón. Son ideales para caminar y para conducir. ¡Ah! Y para sentirte la reina de las femme fatale.
¿Lo mejor? El estilo urbano, la comodidad, las protecciones en los tobillos, el tacón para conducir, la cremallera lateral y el ‘click’ de protección.
¿Lo peor? Quizás que no son impermeables y que no tiene protección en la punta izquierda. Pero de momento, he hecho más de 3000kms con ellas y siguen perfectas.
Puntuación final: 800/5. Lo siento, estoy enamorada.
Espero que te sirvan tanto las carreteras y rutas mencionadas en el artículo, como los productos testados. Y si te gustaría un vídeo review más extenso, ¡solo tienes que pedirlo!
¡GAS!
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