Siempre es un placer probar un nuevo equipo para la moto, sobre todo cuando se trata de un casco. ¡Aunque solo sea por el olor a nuevo! Siempre que nos ponemos un casco nuevo nos recuerda a la primera vez que nos subimos a la burra. Es una alegría y un placer que deseo compartir con vosotros con la prueba del Shark Spartan Carbon, el integral más reciente de la marca francesa. He podido llevar este Shark durante un mes en mis paseos a los mandos de mi roadster deportiva (una BMW S1000R) y esto es lo que he sacado en limpio de esta prueba.
Shark Spartan Carbon: Siempre más ligero
Al abrir el paquete, lo primero que me ha llamado la atención es su increíble ligereza. Anuncia un peso de 1 290 gramos en la talla M (¡sí, tengo una cabeza pequeña!), lo que en parte se debe al diseño de su calota de fibras recubiertas de carbono.
Como probador, le he hecho la prueba de la báscula. Veredicto: el peso es más bien de 1 325 gramos, pero no nos vamos a poner farrucos por unos gramos, ya que una vez puesto, te olvidas por completo de este casco.
Esa es la sensación que he tenido, sobre todo comparado con mi casco habitual, un Shark S900, que pesa 1 500 gramos, o sea 200 gramos más, y se nota tanto cuando llevamos el casco puesto como cuando lo llevamos del brazo. Para comparar, en la misma gama tenemos el Speed-R 2 que da 1 528 gramos en la báscula.
Casco Shark Spartan, un aspecto deportivo, aunque no llamativo
En cuanto a su aspecto, el Spartan Carbon presenta un carácter deportivo innegable con su calota de carbono y sus dos deflectores traseros con extractores de aire integrados. Sin embargo, su diseño sigue siendo muy sobrio con curvas redondeadas, especialmente a nivel de la barbillera, muy tipo GT. En resumen, un aspecto deportivo sin resultar demasiado agresivo.
¡En carretera nos damos cuenta enseguida de que los deflectores no son de adorno! A toda velocidad en la autopista, por lo general notamos turbulencias que hacen tambalearse la cabeza, efecto que se ve multiplicado por diez cuando se circula en una roadster sin cúpula. Yo lo padezco regularmente con mi S900 actual. Con el Spartan, la cabeza permanece bien recta, vamos sobre un raíl, señal de que los ingenieros de Shark han hecho un gran trabajo al concebir la geometría de este casco en el túnel de viento. ¡Me encantan esas aletas que, además de contribuir al aspecto agresivo de este casco, aportan un extra en cuestión de comodidad!
En cuanto al color, está disponible en negro total, en blanco y en rojo. Si rebuscáis en las estanterías de Motoblouz.com, también encontraréis un replica Sylvain Guintoli y otros diseños si no os gusta el aspecto carbono.
El campo visual, un punto crucial
La visera ofrece un campo visual despejado, sea cual sea la posición de conducción. Cuidado sin embargo con el tamaño más bien considerable del cubrenariz que podría molestar a la hora de ver el tablero de mandos en una roadster o una deportiva. En posición de brazos extendidos, hay que agachar la cabeza para poder ver el contador. A la larga acaba por ser molesto. Este elemento es desmontable, en caso necesario.
Al estar dotado de un Pinlock Maxvision de fábrica, el vaho se elimina bien, aunque no esperéis ningún milagro. Con 10º, parado en un semáforo, os resultará difícil mantener la visera cerrada más de 15 segundos.
En cuanto al desmontaje de la pantalla, todo resulta sencillo, aunque la manipulación no sea muy intuitiva. Tuve que volver a leer varias veces el manual para entender la maniobra y no romper las muescas. Las fijaciones laterales de la visera son patentadas de « SHARK SKIN » para una reducción activa de los ruidos de silbido, y funciona ya que no he notado ningún ruido desagradable mientras conducía. En cuanto al diseño, esta tecnología toma la forma de escamas, lo cual combina bien con el carbono de la calota.
El visor solar se despliega gracias a un cursor situado en la parte superior del cráneo. Personalmente, encuentro este sistema mucho menos práctico que el que tengo en mi casco actual, el Shark S900, en el que la palanca para desplegar el filtro solar se encuentra a la altura de la oreja. ¡Hay que acostumbrarse!
¡Un cierre digno de los mejores pilotos!
El cierre de la yugular del modelo que he probado es de anilla D doble, y cuesta acostumbrarse si no habéis tenido nunca un casco con este sistema, que es mi caso. Pero su uso se aprende con rapidez.
¡Aunque os aconsejo que hagáis algunas pruebas antes de poneros el casco para vuestra primera salida! Este tipo de cierre sigue siendo lo más en cuestión de seguridad. Una vez fijado, no se mueve ni un ápice. Tened en cuenta que algunos Shark Spartan cuentan con un cierre «precise lock » de clic, en mi opinión más práctico.
Casco Shark Spartan Carbon: Apartado accesorios, ¡no falta de nada!
El Shark Spartan está equipado con una solapa antiturbulencias con la particularidad de ser plegable. Muy práctica para mejorar la circulación del aire en caso de calor o para protegeros si circuláis por vías rápidas
Por último, este casco es «Sharktooth ready » para integrar el sistema de comunicación de la marca en venta aquí por menos de 200€.
Tan cómodo como un buen par de zapatillas
Una vez puesto, me ha agradado especialmente la comodidad del acolchado interior, realizado en tejido de microfibra, fibras naturales de bambú hipoalergénico, antibacteriano y antisudoración. Totalmente desmontable y lavable. Uno se siente bien sujeto y rodeado de un tejido suave como la piel de un bebé al mismo tiempo
En cuanto a la sujeción, quiero señalar que es especialmente notable a nivel de la mandíbula. Este punto me ha agradado mucho, ya que una vez puesto el Spartan no se mueve nada. Aunque si no os gusta tener demasiada presión en esa zona, tened cuidado.
Decir también que Shark ha pensado en nuestras orejas y ha dejado un espacio más bien generoso. No quedan demasiado comprimidas. Esto contribuye a reforzar la sensación de comodidad cuando lo llevamos puesto. Aunque por otro lado, se pierde en aislamiento del ruido. Me fijo mucho en esto desde que le puse a mi moto un escape Akra que cansa pronto en los trayectos largos a velocidad constante. Los he visto peores, pero hay que reconocer que el silencio no está en la lista de las principales virtudes de este casco. ¡Nadie es perfecto!
Ya en carretera, se nota que el sistema de ventilación del Shark Spartan funciona bien. Quizá incluso demasiado bien ya que casi parece que el aire nos pasa por el cuero cabelludo. Con tiempo frío, te quedas un poco helado. Afortunadamente, podemos ajustar las aberturas de la frente y de la barbilla para conseguir más aislamiento en caso de ser necesario.
Para finalizar, os invito a ver el vídeo oficial de presentación del Shark Spartan para verlo en condiciones reales.
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