En 2016, la marca francesa Bering regresó a la más alta competición: el MotoGP. No existe mejor vitrina tecnológica, ni tampoco juez más implacable. Al final, el público de a pie también termina beneficiándose de los últimos avances tecnológicos, como ocurre con estos nuevos guantes de competición. Su nombre es Snip-R, y el piloto inglés Sam Lowes los conoce muy bien. Dado que presumen de unas características de gama alta, estaba impaciente por probarlos en situación real. Veredicto: los guantes Bering Snip-R cumplen sobradamente sus promesas.
Bering cuida los acabados
Este par de guantes para moto se entrega en una caja rígida muy bonita, donde se recuerdan las diversas características del producto. Dentro, encontramos también una bolsa/malla de transporte. ¡Son detalles lo suficientemente inhabituales como para que merezca la pena señalarlos! Así pues, nada más abrir la caja, ya nos encontramos una muy buena sorpresa. Pero las alegrías no acaban aquí.
Ya he probado muchos guantes de este tipo y, en este caso, me encanta que no se haya dejado nada al azar. El nivel de protección está garantizado en numerosos aspectos. Inserciones de carbono auténtico, protecciones rígidas en los nudillos, refuerzo en la palma, solapa de protección en el cierre de la muñeca, refuerzo semirrígido a la altura del puño, anular y meñique unidos mediante una costura…
El cuero elegido para la unión de las piezas es de piel de cabra, garantía de flexibilidad y comodidad. Las costuras también están muy cuidadas, y son dobles en determinados puntos estratégicos particularmente expuestos.
En la pista con los guantes Bering Snip-R
El cuadro de tallas de Bering es fiable. Encontré mi talla perfecta sin problemas. Una vez puestos, la comodidad es… ¡inmediata! Los guantes de competición suelen ser rígidos la primera vez que se utilizan, y hace falta llevarlos un cierto tiempo y engrasarlos para que se hagan al piloto. No es el caso de los guantes Bering Snip-R. Olvidaréis que los lleváis puestos el día mismo en que los saquéis de la caja, desde la primera sesión de utilización. Su comodidad es realmente impresionante.
Al conducir, las sensaciones de los mandos con los dedos son excelentes y garantizan una precisión de pilotaje agradable, lo cual es extremadamente importante. La ergonomía es simplemente perfecta, el ajuste a la altura de la muñeca se realiza fácilmente y el puño se mantiene en su sitio sobre el antebrazo del mono. Por experiencia propia, sé lo expuestas que están las manos en caso de caída. Conviene no pasar por alto su protección. Un buen par de guantes puede ayudaros a evitar lesiones y posibles secuelas. Con los Bering Snip-R, el nivel de seguridad es tal que podréis salir a la pista o a la carretera con la máxima tranquilidad.
El hecho de que sean unos guantes deportivos, no significa que estén exclusivamente reservados a la pista. Por supuesto, su finalidad no es ser impermeables o protegeros del frío, pero serán unos compañeros de carretera ideales para vuestras salidas veraniegas, de corta o larga duración, gracias a su comodidad.
Un accesorio adicional para los pilotos de pista: Los Palm Saver de O’Neal
Aprovechando mi visita al circuito, probé también las protecciones Palm Saver. Este accesorio para la protección de las palmas de la mano, realizado con neopreno muy fino, se ha hecho muy popular en el motocross y el enduro, pero lo encontramos cada vez más en los paddocks de las disciplinas de velocidad y resistencia.
Llevados sobre los guantes, resultan imperceptibles y os evitarán la formación de ampollas por el roce repetido en las fases de frenado. El estado de mis manos al final del día me confirmó su eficacia. Dado su grosor, las protecciones Palm Saber se acercan más a lo que sería un artículo de consumo que a una inversión duradera. Lo normal es que tengáis que utilizar varios pares a lo largo de una temporada.
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