Te ha hecho soñar y sudar durante meses…. pero ya está, ¡ya tienes el carnet en tu bolsillo! Sin embargo, conducir una moto en buenas condiciones requiere una experiencia que solo se puede adquirir a lo largo de los kilómetros. Junto con Cédric, repasamos los diez errores más habituales que se cometen al sacar el carnet de moto. Estos consejos, que a veces solo se mencionan en las clases teóricas, te evitarán llegar a tocar el asfalto para coger experiencia. ¡Y es que aprender de los errores puede llegar a ser muy doloroso!
1 – La carretera, a veces, resbala
Muchas personas no habrán conducido nada (o muy poco) por mojado durante las prácticas. Así que mucho cuidado con las líneas blancas de la carretera, las tapas de alcantarillas, los restos de combustible por el suelo y, en definitiva, cualquier cosa que brille, especialmente si acaba de llover. Y por el contrario, cuando hace calor, hay que vigilar otras cosas, como los residuos de hidrocarburo, polvo, etc. que, mezclados con el agua de las primeras lluvias, transforman la carretera en una pista de hielo invisible. No os preocupéis: con la experiencia se aprende a leer mejor la carretera, pero es cierto que existe el riesgo de tener alguna sorpresa.
2 – No creas que estás seguro porque conoces el camino
El 75% de los accidentes ocurren cerca de casa, y la mayoría de ellos hacia las 6 de la tarde, cuando tu cabeza ya está pensando en lo que vas a hacer por la noche o en la discusión que has tenido con tu compañero de trabajo unas horas antes. La rutina es un gran enemigo, porque pensamos que tenemos el control de la situación y bajamos la guardia. ¿La solución? ¡Aprender a redescubrir el camino cada día como si fuera la primera vez que pasas por ahí!
3 – ¿Sin visibilidad? ¡No adelantes!
Ese camión que no se mueve, y te hace perder los nervios porque llegas tarde, es un gran obstáculo para tu campo de visión. Aunque la tentación de adelantarlo es grande, hay que estar muy seguro de que ese remolque no oculta alguna intersección u otro vehículo. Pero hay algunos detalles que pueden ayudar a detectar lo que se oculta detrás: la sombra proyectada de un vehículo durante el día, la luz de los faros de noche, etc. ¡Atención, son solo algunos indicios, no pruebas irrefutables!
4 – Cruzar la mirada antes que la carretera
Hay otros elementos que nos pueden dar alguna pista a la hora de anticipar la reacción del resto de vehículos. Busca la mirada del conductor, que te dirá si te ha visto y hacia qué dirección planea moverse. También puedes comprobarlo en sus retrovisores. Otra solución es fijarnos en el posicionamiento del vehículo y de sus ruedas, que también nos pueden dar mucha información. Dicho esto, vuelvo a repetir que no hay reglas absolutas, excepto la de no bajar la guardia.
5 – En moto, la noción de prioridad es relativa
Evita (lamentablemente) dar por sentada tu prioridad. Plantéatelo más bien así: “si me han visto, puedo pasar”. La estrechez del conjunto moto/motero hace que seamos menos visibles que un coche, aunque llevemos las luces encendidas. Algunos optan por el ruido del escape para hacerse ver, pero lo ideal es la anticipación. Conduce con prudencia, por ejemplo, soltando un poco el acelerador al acercarte a las intersecciones y ampliando la trayectoria para aumentar la distancia de seguridad.
6 – Mantente tranquilo en cualquier circunstancia
¿Pasan delante de ti cuando tienes prioridad? Aprende a mantener la cabeza fría. Porque el enfado suele ser sinónimo de desconcentración, con los riesgos que eso conlleva. Es más, existe una gran probabilidad de que haya sido completamente involuntario por parte del otro vehículo. Así que sigue tu camino tranquilo.
7 – No olvides quitar el antirrobo
Todos hemos pasado por lo mismo: con las prisas de arrancar y coger la moto, nos olvidamos de quitar el antirrobo o, incluso (con las motos más antiguas) de quitar el caballete antes de meter primera. Para ahorrarse esa cicatriz permanente de la autoestima, puedes preparar una mini lista mental para comprobar todo antes de salir, como los pilotos de aviones de combate. Y, si no, también puede ser útil un cable de recordatorio.
8 – La mochila en moto: ¡usar con moderación!
Entre la ropa de recambio, el impermeable, el bocadillo, el libro, etc., no te bastará con los bolsillos de la chaqueta. La mochila para moto sigue siendo un aliado muy popular para trayectos cortos. Sin embargo, se debe usar con moderación, e idealmente reemplazarlo lo antes posible por unas maletas o equipaje de moto. De hecho, es difícil resistirse a la facilidad de transportar objetos que puedan dañar tu columna en caso de caída (herramientas, botellas, portátil, etc.). Además, su uso está desaconsejado por la DGT. En cuanto al antirrobo, aquí encontrarás algunos consejos para transportarlo.
9 – El cansancio, enemigo número 1 en trayectos largos
Cuando hace poco que te has sacado el carnet, a menudo se subestima la fatiga causada en los viajes largos. Entre el ruido, que acaba siendo ensordecedor (no olvides los tapones para los oídos), el viento que te tira del cuello y los brazos, la concentración continua, las condiciones meteorológicas a veces muy exigentes, etc. el cuerpo está continuamente puesto a prueba. La mejor manera de evitar el cansancio es planificar varias pausas. Y, si es posible, trata de no establecer una hora de llegada y así tomarte tu tiempo.
10 – No conduzcas por encima de tus límites
Este es un comportamiento que a menudo surge cuando viajas con otros moteros, sobre todo si son amigos… Nos apetece seguir a los más experimentados a un ritmo que no necesariamente controlamos, con los riesgos que eso conlleva, y que ya te puedes imaginar. Aprende a dar un paso atrás y no dejarte llevar más allá de tus límites. ¡No olvides que arriesgarte a una caída es multiplicar las probabilidades de que se rían de ti! Para que todos estén a gusto, una buena solución puede ser que los principiantes se coloquen delante del grupo y que impongan su propio ritmo.
¡Esperamos que estos consejos te ayuden! Si tienes comentarios o ideas adicionales (ya seas principiante o experto), no dudes en comentar este artículo.
Gracias a Cédric por su ayuda 😉
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