Fobo Bike propone un sistema de control de presión de neumáticos (o TPMS) fácil de instalar y utilizar. Lo probé para vosotros durante unas semanas. Dejémoslo claro desde el principio: aunque aporta seguridad, tiene un problema importante: su precio. ¡Os explico todo!
Lo sabéis tan bien como yo. Hay que controlar periódicamente la presión de los neumáticos de nuestra moto. Confieso, no sin cierta vergüenza, que soy un poco laxista en este aspecto. A veces dejo pasar semanas realizando únicamente controles visuales, es decir, echo un vistazo al neumático y, si se tercia, le doy una patadita a la banda de rodadura para ver si suena bien. Y creo que no soy el único en descuidar sus neumáticos de la misma forma.
Sin embargo, aunque es cierto que los neumáticos modernos son muy fiables, también se muestran muy sensibles a las variaciones de presión, la cuales influyen inmediatamente en su comportamiento. Si a eso añadimos que requieren presiones cada vez más elevadas (2,9 bar para el neumático trasero de los Metzeler Roadtec 01 que llevo actualmente en mi moto), las probabilidades de pérdida son más altas, con el consiguiente aumento del factor de riesgo.
La delación, seña de identidad del TPMS
Es la razón de existir del TPMS (Tyre Pressure Monitoring System, o sistema de control de presión de los neumáticos, si lo preferís). Este accesorio, conocido simplemente como sensor de presión, os comunica en tiempo real la presión de vuestros neumáticos y os señala cualquier variación anormal al respecto. ¡Qué chivato! Los propietarios de algunas GT de gama alta conocen bien este sistema, ya que incluyen de serie este tipo de accesorios, provenientes del mundo del automóvil, por cierto.
En concreto, el TPMS consta de un sensor y de una interfaz que permite la lectura de los datos de medición (presión y temperatura de los neumáticos). En el caso del Fobo Bike, que tuve el placer de probar para vosotros, el sensor ocupa el lugar del tapón de válvula. Sencillo y eficaz: basta con apretarlo para que funcione. Y, en lugar de cargar vuestro manillar con una pantalla más, el fabricante ha tenido la buena idea de desarrollar una aplicación que funciona como interfaz. Una vez instalada en vuestro smartphone preferido (iOS o Android) y configurada, os comunicará los datos cuando se lo pidáis y os avisará en caso de anomalía.
Instalación: Al alcance de los más tecnófobos
En definitiva, prácticamente todo lo que hagáis pasará por vuestro teléfono. Si sois de aquellos que se quedaron en el Nokia 3210, esto no es para vosotros. Al igual que muchas aplicaciones para moto, la aplicación Fobo Bike es gratuita, y se instala y se configura de manera bastante intuitiva (a condición de dominar mínimamente la lengua de Shakespeare). No, todavía no existe la versión en español.
En definitiva, prácticamente todo lo que hagáis pasará por vuestro teléfono. Si sois de aquellos que se quedaron en el Nokia 3210, esto no es para vosotros.
Yendo al grano, para que la aplicación Fobo Bike funcione, primero hay que crear una cuenta. Luego viene la configuración del perfil de vuestra moto, donde tendréis que especificar la presión recomendada por vuestro fabricante para los neumáticos delantero y trasero. Podréis añadir varios perfiles si sois de esos suertudos que tienen más de una moto (¡¿envidioso, yo?!).
Para terminar, la aplicación os pedirá que detectéis los sensores con el teléfono y que realicéis el emparejamiento. Yo no tuve ningún problema: la tecnología parece estar bien diseñada.
Fobo Bike, la mitad del TPMS
El material de los sensores es bastante ligero, pese a la evidente solidez de su diseño. Este pequeño dispositivo es impermeable según la norma IP57, un índice de protección que os garantiza una resistencia acorde con el uso en carretera, tanto en lo que se refiere al agua como al polvo.
Comprobad, eso sí, que no pase demasiado cerca de cualquier obstáculo (pinza de freno, guardabarros, etc.) para evitar reventar esta joya tecnológica nada más salir del garaje. Habiéndolo apretado bien (manualmente), no tuve pérdidas de presión con el paso del tiempo. ¡Al fin y al cabo, está pensado para sustituir al tapón de plástico de la válvula! Tampoco observé ningún comportamiento parásito en las ruedas de mi moto por un posible sobrepeso de este accesorio. Entonces, ¿todo bien?
Sí y no… Hay un «pequeño» problema con este sensor Fobo Bike, y es que solo viene uno en cada embalaje. Por supuesto, es algo que no resta nada a sus cualidades, pero el TPMS solo tiene sentido si cada rueda lleva el suyo. A partir del momento en el hay que cambiar el sensor de válvula cada vez que uno coge la moto, este sistema pierde todo su interés. No os quedará más remedio que duplicar vuestra inversión para disponer de un kit TPMS realmente utilizable. ¡Vosotros veréis el presupuesto que estáis dispuestos a dedicar a este accesorio!
Un TPMS eficaz e intuitivo a pesar de todo
Dejando a un lado este lamentable lastre, la utilización del Fobo Bike me convenció. Una vez hayáis creado el perfil de vuestra moto y hayáis emparejado el/los sensor(es) Fobo en la aplicación, esta os indicará la presión y la temperatura del aire de vuestro neumático. No está nada mal para un cacharrito que pesa menos de 12 gramos, ¿no os parece?
Basta con iniciar la aplicación, la cual se conecta con el TPMS mediante Bluetooth 4.0 en un radio de varios metros.Después de unos segundos de sincronización, la interfaz, con numerosas posibilidades de configuración, os indicará si vuestros neumáticos están listos para dar lo mejor de sí mismos o si necesitan un ajuste.
De existir una diferencia demasiado importante con respecto a la presión recomendada para vuestros neumáticos, la aplicación Fobo Bike os avisará.
De existir una diferencia demasiado importante con respecto a la presión recomendada para vuestros neumáticos, la aplicación Fobo Bike os avisará. El recuadro correspondiente al neumático en cuestión mostrará un pictograma de neumático desinflado, con la presión indicada en rojo, todo ello acompañado por una alerta sonora lo suficientemente desagradable como para haceros reaccionar rápidamente. ¡Mi reino por un compresor!
Efectivamente, con el TPMS Fobo Bike, ya no necesitaréis manómetro. La información se actualiza en tiempo real (cada 15 segundos) y con bastante exactitud, como pude comprobar en una estación de servicio cerca de mi casa. Se detecta toda variación superior a una centésima de bar. ¡Después de todo, hay que amortizar un poco el precio de compra!
Podéis confiar en Fobo Bike
Es más: en realidad ni siquiera hace falta que comprobéis la presión de los neumáticos en la aplicación Fobo Bike cada vez que cojáis la moto. Ella misma se encarga de hacerlo por vosotros en segundo plano y os advierte en caso de haber algún problema. De hecho, podréis configurar los umbrales de alerta a vuestro gusto.
Si, como yo, sois un poco maniacos, ya os aviso de que la presión puede variar unas décimas al calentarse el neumático, con la consiguiente alerta que os obligará a parar para modificar los valores elegidos… El infierno está lleno de buenas intenciones. Lo mejor es dejar los parámetros predeterminados, que ya fueron estudiados en su momento.
Obviamente, la alerta, a la vez visual y sonora, obliga a dejar el teléfono a la vista, en el caso de que no dispongáis de un kit manos libres conectado al teléfono. Si lleváis el teléfono guardado en vuestro bolsillo interior, lo más probable es que no oigáis nada… Una función «Overlay» os permite visualizar la presión de cada neumático en un pequeño recuadro flotante en primer plano, por ejemplo, delante de vuestro GPS.
¿Y de la batería, no hablamos?
¡Tenéis razón, pero no se trata de una batería, sino de una pila de botón! Preved unos dos años de autonomía según el fabricante. La pila se sustituye fácilmente desatornillando la pequeña tapa de la base. Se trata de una CR2032, una referencia bastante habitual y barata.
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