EL CUBRECUELLO: UN ARMA BARATA CONTRA EL FRÍO


El sotocasco y su alternativa, el cubrecuello, son desde hace mucho tiempo compañeros del motero durante el mal tiempo, y han sabido evolucionar para ser aún más eficaces. Los nuevos materiales y cortes han permitido ganar en confort, sin dejar de ser un accesorio compacto y económico. Su aspecto también ha mejorado bastante. El arma para moteros y moteras, que complementa a la perfección el aislamiento de la chaqueta de moto.

¿Cubrecuello o sotocasco?

El cubrecuello de moto es un accesorio ligero, fácil de poner y que sirve de unión entre el cuello de tu chaqueta y el casco. Sustituye a una bufanda o fular, que no se usan en moto por motivos de seguridad. Imagina que un extremo de la bufanda se enganchara en la rueda…

Muy polivalente, el cubrecuello se puede utilizar para cualquier otra cosa que no sea la moto, como el esquí o el senderismo (¡aunque harás un flaco favor a Decathlon!). Concretamente, se trata de un tubo de tejido técnico elástico que se pone por la cabeza y queda a la altura del cuello. Pero si hace mucho frío, se puede subir hasta que entre en el casco. De esta manera, cubrirá también la parte inferior de la cara, manteniendo el calor y limitando la formación de vaho.

Más cubriente, el sotocasco (un pasamontañas para moto) tiene la ventaja de que te protege aún mejor del frío. Incluso con las ventilaciones cerradas, el aire sigue circulando por el interior del casco durante la conducción para evacuar la humedad. Este flujo de aire provoca inevitablemente un enfriamiento…

El sotocasco limita la pérdida de calor en la parte superior de la cabeza, que es la zona del cuerpo más propensa al cambio de temperatura. Por lo tanto, el sotocasco la aísla como un gorro. Otra ventaja es que limita la acumulación de suciedad en las espumas del casco, retrasando así la necesidad de limpiarlo.

Hay sotocascos de tipo “ojo de buey”, que cuentan con una abertura para la cara, y otros de tipo “búho” o “dos agujeros” con una abertura para cada ojo, aún más cubrientes ya que la nariz también queda protegida.

 tubular moto invierno

El tubular o cubrecuello aísla del frío y limita la formación de vaho en el interior del casco

Gustos y colores

No hay modelos específicos para hombre o mujer; los patrones son universales y de talla única.

Los sotocascos suelen ser de colores tradicionales: negro, negro o negro… En cambio, en lo que respecta a los cubrecuellos, existe una gran variedad de colores, desde el negro hasta el rosa, pasando por el gris o el camuflaje, así como multitud de diseños: calaveras, gráficos vintage, Union Jacks, logotipos de marcas de motos como Honda, Triumph, Yamaha, Harley-Davidson y un largo etcétera, o marcas de equipación de moto como Alpinestars, Bering, Furygan o Motoblouz. ¡Nosotros nos quedamos con esta última!

Elegir el sotocasco adecuado para el invierno

El mejor sotocasco de invierno cumplirá con todos estos requisitos:

  • Una superficie cubriente: cuanta más piel cubra, más protegido estarás del frío. Así de simple. Así que lo mejor es optar por sotocascos que además cuenten con un amplio panel para cubrir el pecho y la espalda.
  • Fabricado con un tejido cortavientos, aislante y transpirable: el enfriamiento es más rápido cuando la piel entra en contacto con el viento. Un tejido cortavientos lo impide. También debe ser capaz de retener una capa de aire para evitar la pérdida de calor corporal, como haría el forro de un plumas, por ejemplo. El forro polar, de lana o softshell, es muy eficaz en este sentido. Por último, la transpirabilidad del conjunto evita la acumulación de sudor, que acabaría enfriándote como si llevaras una camiseta mojada. Los tejidos laminados (encolados entre sí) cumplen a la perfección. Algunos ejemplos son el Windbear o el Winstopper.
  • Un tejido abierto en la zona de la boca: para facilitar la respiración, el mesh o un tejido de malla abierta permiten una mejor circulación del aire.
  • Costuras no intrusivas: a la larga, el peso del casco o de la cazadora en las costuras de un tubular o de un sotocasco puede acabar molestando mucho. Por lo tanto, este accesorio de moto gana puntos si lleva costuras planas o, mejor aún, si no lleva ninguna costura.
  • Lavable en la lavadora: como cualquier textil en contacto directo con la piel, deberá lavarse de vez en cuando. Pero es mucho más práctico si se puede lavar en la lavadora, ¿no?
sotocasco de invierno para moto

El sotocasco aísla la cara y la parte superior de la cabeza del frío

¿Cuánto cuesta un sotocasco para moto?

Los precios pueden variar bastante dependiendo de la gama. Desde unos pocos euros para un modelo sencillo, podemos llegar a 50 o 60 € en otros modelos. El precio subirá aún más en un sotocasco de gama alta, fabricado con materiales nobles y estudiado al detalle.

¿Y en verano?

Obviamente, cuando pensamos en cubrecuellos o sotocascos, tendemos a centrarnos en su uso en invierno. Pero en entretiempo, o incluso en pleno verano, el cubrecuello tiene otras virtudes. Protege contra los insectos, los impactos de grava e incluso los rayos UV.

Para no pasar calor, lo mejor es elegir un cubrecuello especial para entretiempo o verano. Estos están confeccionados con un tejido más ligero, como la microfibra o el poliéster transpirable, o incluso un algodón fino. También son preferibles los colores claros siempre que sea posible, ya que tienen la ventaja de repeler un poco más los infrarrojos, aunque su efecto tampoco será revolucionario.

Comparte este artículo

Loïc

Loïc (bloggero #EnjoyTheRide Francia) Bloggero y testeador de productos Motoblouz. Soy el extraterrestre que espera impaciente la lluvia para poner a prueba la impermeabilidad de una chaqueta o un par de guantes. Fan incondicional de rutas sinuosas, la moto es para mí un medio de evasión y un medio de transporte.

Ningún comentario

Añade el tuyo