Cómo elegir unos puños calefactables para tu moto ~ EnjoyTheRide

Para determinar el diámetro de tu manillar, utiliza un calibrador. Toma la medida más cercana al extremo del manillar si es de sección variable, lo que ocurre a veces en las motos grandes de trail, por ejemplo. Los manillares suelen tener un diámetro de 22 mm. El puño derecho tiene un diámetro interior mayor (a menudo 25 mm) para encajar sobre el tubo del acelerador. Las motos custom suelen tener manillares de 25,4 mm de diámetro y existen puños calefactables compatibles con ellos.
La longitud de los puños suele ser de 120 o 130 mm en general. En la mayoría de los casos, 120 mm es la medida de las motos y 130 mm la de los quads. A veces es posible acortar los puños si son demasiado largos, pero solo si las instrucciones de uso lo indican. De lo contrario, corres el riesgo de dañar las resistencias. En resumen, ¡fíate de las medidas de tu moto!

La potencia calorífica. Cuanto más calienta, más cuestan. Y también cuantos más niveles de calefacción tengan.
La calidad de los accesorios. Los mandos impermeables con interruptores fiables e indicadores LED repercutirán también en el precio.
La calidad del acabado. Un modelo bien acabado y que inspire calidad será indiscutiblemente más caro. Los modelos de gama baja pueden a veces estar fabricados en plástico, tener un puño poco agradable al tacto, etc. Unos buenos puños calefactables tendrán un tacto agradable y durarán en el tiempo.
La marca. Un producto de marca reconocida, probada, duradera y con muchas opiniones positivas, se paga. Es el precio de la tranquilidad.

Empieza por desmontar los puños originales de tu moto. Para ello, desliza un destornillador entre la goma del puño y el manillar y, a continuación, pulveriza un spray tipo WD-40 por el hueco utilizando una cánula. Esto te permitirá retirar fácilmente los puños viejos sin cortarlos ni destrozarlos. Y así podrás reutilizarlos más adelante si fuera necesario.
Limpia el tubo del acelerador y el manillar con un producto desengrasante (por ejemplo, limpiador de frenos) y, a continuación, pégalos con el pegamento suministrado antes de colocar los puños calefactables.
Por comodidad, muchos moteros conectan los puños calefactables directamente a los bornes de la batería. Te recomendamos que los conectes a los + después del contacto, para evitar que se descargue la batería si se te olvida apagar los puños calefactables una vez hayas llegado a tu destino. Es probable que tengas que desmontar el depósito para acceder, y ten en cuenta que necesitarás un soldador. Consulta nuestro videotutorial para aprender a hacerlo.
Sujeta los distintos cables eléctricos con bridas para mantenerlos firmemente en su sitio. Asegúrate de que tienes suficiente flexibilidad para abrir el acelerador a fondo, con el manillar tanto recto como girado.
Por último, vuelve a montar el depósito y demás accesorios.

El puño calefactable: pasa completamente desapercibido. Con él, no hay batería que cargar ni cable que enchufar, basta con pulsar el interruptor y listo, podrás conducir sin límites. En entretiempo, puedes ponerte tus guantes ligeros de verano y enchufar los puños calefactables por la mañana cuando haga un poco de frío.
Inconvenientes: si tienes dos motos, tendrás que hacer dos instalaciones y, por tanto, comprar dos kits de puños. Y, en las épocas más frías del invierno, las puntas de los dedos pueden seguir estando frías, porque solo se calienta adecuadamente la palma de la mano.
El guante calefactable: aísla mejor y el calor se distribuye hasta la punta de los dedos. Como el calor se distribuye por el interior del guante, el calentamiento es más instantáneo y el rendimiento es óptimo.
Desventajas: el coste es el doble o el triple que el del puño calefactable y hay que acordarse de cargar la batería antes de cada trayecto.
La combinación de ambos: según todos los que lo han probado, ¡es el súmmum! El puño calienta la palma y, el guante, el dorso de la mano. Con estas dos piezas combinadas podrás soportar temperaturas más bajas.