Calentar la moto antes de salir, un acto reflejo para muchos moteros. Pero ¿es realmente una garantía de larga vida para nuestras preciadas motos? Para saber a qué atenerse, hemos estudiado la cuestión. ¡Y ya verás, la respuesta te sorprenderá!
Basta con ver en qué estado nos pone un reproche antes de tomar el primer café de la mañana para decir que ser directo no le sienta bien a nadie… Probablemente, pase lo mismo con nuestras motos, ¿no crees? Este es un buen razonamiento para calentar la moto rigurosamente antes de salir. Muchos hacemos esto, porque pensamos que conducir con un motor en caliente evita el desgaste prematuro. Hay algo de verdad en ello, ¡pero no tanto como te imaginas!
Sí… pero no.
Basta con preguntar a varios mecánicos de moto qué opinan al respecto, algo que hemos hecho ya por ti. Por un lado, no es buena idea darle gas a tope y salir como un loco justo después de encender el motor, pero ¡¿qué salvaje se atreve a hacer algo así?! Y, por otro, tampoco es buena idea dejar calentar el motor durante 10 minutos con la moto parada.
“Dejar calentar el motor demasiado tiempo con la moto parada no es lo ideal, ¡por la simple razón de que una moto está hecha para rodar!”
Dejar calentar el motor demasiado tiempo con la moto parada no es lo ideal, ¡por la simple razón de que una moto está hecha para rodar! Debido a la falta de refrigeración eólica en las zonas normalmente expuestas al viento, el aumento de temperatura no es homogéneo en el motor. El motor superior está demasiado caliente, el resto no lo suficiente. La circulación de los fluidos —aceite o líquido— no hace más que paliar la situación. Todo esto tiene consecuencias en la dilatación, la lubricación, etc.
Calentar la moto antes de salir: buenas prácticas
Entonces, ¿cómo calentar bien la moto antes de salir? Ya verás, es bastante lógico. Y la guinda del pastel es que se integra perfectamente en tu rutina diaria, ¡incluso cuando tienes prisa por la mañana!
- Prepárate con normalidad: ponte chaqueta, pantalones, botas, etc. Llévate los guantes y el casco contigo.
- Saca la moto del garaje o del parking y enciéndela.
- Mientras tanto, ve poniéndote el casco y luego los guantes.
- ¡Y listo!
O casi. Estos pocos minutos de calentamiento han sido suficientes para restablecer la presión del aceite, aumentar ligeramente la temperatura y cubrir las piezas del motor de una película lubricante. Pero la verdadera clave es conducir tranquilamente durante los primeros kilómetros, es decir, no acelerar en exceso.
Una puesta en marcha que también beneficia a los neumáticos, que poco a poco alcanzarán su temperatura óptima de agarre, evitando cualquier riesgo de resbalarte de repente. Y todo esto te da tiempo para tomar el control de la moto, en función de las condiciones de circulación del día. En resumen, ¡todo beneficios!
Una vez que el termómetro del motor esté en verde, podrás aprovechar al máximo el potencial de tu moto. Obviamente, dentro del marco de un uso en carretera, ¡no nos hagas decir lo que no hemos dicho!
Pequeña precisión: estos consejos se refieren a la mayoría de las motos actuales, pero, como siempre, hay excepciones. Las motos de más de treinta años o las de dos tiempos, por ejemplo, requieren un tratamiento diferente. ¡Otros tiempos, otras costumbres!
Y tú, ¿tienes alguna otra costumbre o rutina al poner en marcha tu moto?
Foto principal: Sourav Mishra
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