MONO O CHAQUETA IMPERMEABLE


¿Conducís enfundados en cuero y no estáis dispuestos a cambiar vuestra prenda preferida por una chaqueta textil multitemporada? ¿Vuestra equipación no es impermeable, pero os apetece mejorar vuestra comodidad en situación de lluvia, limitando al máximo los gastos? ¡El mono, el pantalón o la chaqueta impermeables están hechos para vosotros! Ante la variedad existente en cuanto a oferta y precios, os echamos una mano para que toméis la decisión correcta.

EL PRINCIPIO DE LAS PROTECCIONES IMPERMEABLES

Es muy sencillo: poneos un mono, una chaqueta o un pantalón impermeables por encima de vuestra equipación y estaréis a salvo de la lluvia. No constituyen una equipación para moto propiamente dicha, ya que su resistencia frente a la abrasión o los impactos es prácticamente nula. Es vuestra equipación la que debe encargarse de este tipo de protección.

En lo que se refiere a su fabricación, las protecciones contra la lluvia recurren en la mayoría de los casos a un textil sintético (nailon o poliéster), recubierto de PVC o de poliuretano para garantizar su impermeabilidad. En los modelos de más alta gama, encontramos una membrana antilluvia bajo el textil exterior, que hace que la prenda sea más agradable de llevar. Una solución que conviene privilegiar si utilizáis a menudo vuestra protección impermeable. Las costuras de unión de estas prendas suelen estar termosoldadas para evitar la infiltración de agua.

En el interior, encontramos habitualmente un forro de rejilla, que aporta una comodidad adicional.

¿MONO IMPERMEABLE O CHAQUETA Y PANTALÓN IMPERMEABLES?

Es innegable que el mono ofrece una mejor protección contra la lluvia que la chaqueta asociada con un pantalón impermeable, pero también es cierto que ponérselo es todo un arte. Tanto la chaqueta como el pantalón impermeables pueden utilizarse por separado en el caso de que solo haya una parte de vuestra equipación que necesite protección contra la lluvia.

Si optáis por el mono impermeable, comprobad que la cremallera de apertura baje lo suficiente para ganar tiempo y evitaros un mal rato cuando os toque ponéroslo urgentemente debajo de un puente.

Mono, chaqueta, o pantalón impermeables, no olvidéis aseguraros de que el modelo que os interesa disponga de suficientes lengüetas de ajuste para adaptarse a vuestra morfología y limitar la resistencia al viento. Las presillas elásticas que se calzan bajo las botas también cuentan con sus adeptos. La presencia de superficies reflectantes puede llegar a ser determinante para vuestra seguridad en las condiciones luminosas propias del mal tiempo. También parten con ventaja los productos que se pueden guardar fácilmente en un bolsillo para ocupar el menor espacio posible en vuestra mochila o debajo de vuestro asiento.

CUBREGUANTES Y CUBREBOTAS

Para completar vuestra protección antilluvia, existen cubreguantes y cubrebotas, que podréis llevar por encima... ¡de vuestros guantes y vuestras botas, eso es! A cambio de una pequeña inversión, aumentaréis considerablemente la capacidad de estos equipos para resistir al mal tiempo. ¿Su inconveniente? La tendencia que tienen a entorpecer las sensaciones con los mandos. Procurad elegir el tamaño ideal y seleccionar productos con la suficiente capacidad de ajuste, a fin de limitar estas molestias.

En cuanto a los cubrebotas, la presencia de una suela siempre es un punto positivo para su vida útil y su agarre una vez que pongáis el pie en tierra. Las zonas reflectantes aumentarán vuestra visibilidad.

LOS LÍMITES DE LAS PROTECCIONES IMPERMEABLES

Los monos y pantalones impermeables resultan útiles, prácticos y económicos, si bien tampoco están exentos de inconvenientes. En primer lugar, en caso de aguacero inesperado, deberéis deteneros a un lado de la carretera para beneficiaros de sus servicios: ¡un punto a favor de la equipación para moto provista de membrana impermeable!

Además, hay que reservarles algo de espacio en el fondo de un top case o en un minicompartimento debajo del asiento, con el fin de tenerlos a mano en caso de necesidad. Por último, deberéis emplear vuestras dotes de contorsionismo para ponéroslos, con el riesgo de manchar el interior de las piernas al introducir las botas manchadas de tierra...

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