Los antirrobos mecánicos se basan en tecnologías que hacen compleja su fracturación. La idea es retrasar a los ladrones o, mejor aún, disuadirlos completamente.
MATERIALES DE LOS ANTIRROBOS DE MOTO
Un material de altas prestaciones, aunque brinde la misma protección que otro más básico, limita el peso y el tamaño del antirrobo. Estos son los metales más utilizados en la fabricación de antirrobos de moto, por orden de resistencia:
- Acero inoxidable: Utilizado para el cuerpo o el exterior de algunos bloqueos de disco, el acero inoxidable no es muy resistente al corte, pero tiene la ventaja de resistir a la corrosión y se puede utilizar sin recubrimiento ni pintura. Es esencial contar con un espesor significativo de metal.
- Acero templado: Acero que se ha sometido a un tratamiento térmico en la superficie que refuerza su dureza. El acero templado es difícil de serrar o cortar, pero es fácil de romper con una maza.
- Acero al carburo de tungsteno: El acero al carburo de tungsteno es el acero que se utiliza para las puntas de las brocas. Muy difícil de cortar pero frágil, por lo que solo se usa para ciertos pasadores de seguridad a los que no se puede acceder con una herramienta pesada.
- Acero cementado: Generalmente es una aleación de metal con un tratamiento en la superficie que endurece el exterior del antirrobo. Es más complicado atacarlo con una herramienta de corte. Al mismo tiempo, el corazón del metal mantiene una cierta flexibilidad que evita que se rompa con los golpes. También llamado acero endurecido, es el acero más adecuado y común en los antirrobos de moto.
LAS CERRADURAS
La cerradura puede ser el punto débil de un dispositivo antirrobo bien diseñado. Comprueba estas características.
- Cerradura tubular: Muy comunes hace unos años, estas cerraduras son más fáciles de abrir que las demás (más fáciles de abrir por otros medios que no sea con su llave). Por tanto, deben evitarse en la medida de lo posible.
- Cerradura antiganzúa: Se trata de una cerradura de tambor de pines con una serie de ajustes que hacen que sea más difícil de forzar. Por ejemplo, las llaves con secciones complejas aumentan la dificultad de forzar una cerradura.
- Cerradura de discos: Este tipo de cerradura no tiene pines, sino discos con diferentes ranuras. Es la cantidad de discos lo que complica o no la apertura con una ganzúa. El número de combinaciones puede variar desde cientos en un antirrobo básico hasta más de un millón en un antirrobo de gama alta.
- Cerradura antitaladro: Las cerraduras antitaladro disponen de una pieza giratoria en la entrada que bloquea la broca del taladro y la hace girar en vacío. En algunas cerraduras Abus, toda la cerradura gira para imposibilitar la perforación.
- Cerradura electrónica: No se abren con una llave, sino con un mando, un teléfono, etc. El usuario gana notablemente en comodidad.
