¿Necesitáis un casco para vuestras salidas deportivas y otro para ir a trabajar todas las mañanas? AGV va a haceros la vida más fácil con su casco integral AGV K-5, un integral de fibra que se desenvuelve bien en los dos casos. ¡Prueba completa!
Este año, en AGV la renovación se llama K-5. Este sustituto del K-4 también está destinado a los moteros a caballo entre las categorías carretera y deportiva. Hay que reconocer que si sois de los que alternan los trayectos diarios, los periplos de fin de semana y las salidas abriendo gas a tope, ¡este integral esconde más de un argumento bajo su calota!
El AGV K-5, un auténtico casco sport-GT
Primer punto positivo que lo distingue de su predecesor de entrada: a pesar de sus rasgos deportivos, cuenta con una pantalla solar secundaria eficaz y práctica. Esta pantalla, con una buena cobertura, se despliega con un gesto, empujando la palanca situada a la altura de la articulación de la pantalla exterior. Lo más sorprendente, el integral abandona la anilla micrométrica a cambio de una anilla doble D heredada de los modelos racing del fabricante italiano. Aunque esta última es fácil de usar una vez que le hemos cogido el truco, puede (sin razón) asustar un poco a los principiantes. Sin embargo, ¡no hay nada mejor en lo que se refiere a seguridad y optimización del ajuste!
La última creación de la marca de cascos AGV además reivindica unas excelentes capacidades en cuestión de absorción de impactos. Una característica que no hemos probado sobre el terreno (mi abnegación tiene límites), pero que merece ser mencionada a pesar de todo. La calota – la carcasa exterior del casco – asocia la fibra de vidrio y el carbono para repartir los impactos sobre el máximo de superficie. Asimismo, la cubierta interior, esa capa de poliestireno expandido que hay dentro del casco, está formada por elementos de cuatro densidades diferentes para una amortiguación ideal para cada zona de la cabeza. También cabe señalar la curvatura pronunciada de la parte inferior del casco, estudiada para proteger la clavícula en caso de caída. ¡Bien visto!
Comodidad interior de muy alto nivel
Cuando nos lo ponemos, el casco AGV K-5 encontramos comodidad al instante. El interior, suave al tacto y que ejerce una presión regular sobre el cráneo, resulta especialmente agradable. Con aberturas justo a la altura de las ventilaciones y equipado con ranuras más blandas a la altura de las sienes para albergar las patillas de las gafas sin molestias, su diseño está bien conseguido. Unas almohadillas que se colocan a la altura de las orejas permiten optimizar el silencio a bordo si no disponéis de un intercomunicador, y por tanto de ningún auricular que colocar en esos espacios.
En el embalaje del casco también nos encontramos con una pantalla Pinlock que se monta en la visera para reducir la formación de vaho por completo. En esta versión MaxVision, casi no obstaculiza el campo visual, una gran noticia puesto que este ha sido tratado con especial mimo en el K-5. La abertura de la calota está en efecto bastante alta, mucho más que en un casco deportivo, una gran ventaja para la comodidad visual y por tanto para la seguridad, ¡tanto en la posición erguida que adoptamos en una trail como en la posición tumbada que llevamos en una deportiva radical!
Casco AGV K-5: Eficacia y comodidad
Arranque. El trabajo realizado en el túnel de viento y por pilotos experimentados para diseñar la calota, y que explica que el AGV K-5 se parezca tanto al buque insignia racing de la marca, el Casco AGV Pista GP de Valentino Rossi, ha dado sus frutos. El coeficiente aerodinámico está ligeramente por encima del de otros productos de este precio, y el ruido está controlado. ¡Resulta mucho más cómodo que un casco más deportivo! Su peso – en la media – está lo bastante bien repartido para olvidarlo al instante.
En cuanto a la ventilación, el balance es más moderado. Cuando cogemos el casco por primera vez, nos preocupa la manipulación de las tomas de aire delanteras, ya que algunas parecen difíciles de cerrar. Y al final, una vez que llevamos puesto el casco, nada de eso. La apertura y el cierre de estas ventilaciones no son ningún problema, incluso con guantes de moto, una suerte ya que estas son las que tienen el papel más importante. Solo las ventilaciones de la mentonera (que se abren por dentro) y del extractor trasero son menos accesibles. Estas solo pueden accionarse con el casco quitado. Sin embargo, esto no representa un verdadero problema, ya que siempre circula un ligero flujo de aire sobre el rostro. A esto se le suma un sistema de microventilación (un pulsador que despega la visera de la junta) que ayudará a desempañar si el Pinlock Max Vision falla – cosa que dudamos.
Ningún comentario
Añade el tuyo