Prueba: Botas V Quattro X-Urban

La marca francesa (como su propio nombre NO indica) V Quattro nos ofrece su visión del calzado urbano para moteros y scooteristas. Las botas V Quattro X-Urban tienen un estilo informal y bastante desenfadado, con algunas particularidades que las diferencian de sus competidoras. La intención es buena, pero… ¿será suficiente?

De acuerdo con mis observaciones diarias, el calzado para moto forma parte (junto con los pantalones) de la equipación de seguridad menos extendida entre los pilotos de vehículos de 2 o 3 ruedas motorizados. En ciudad, esta realidad resulta todavía más alarmante en el caso de quienes conducen todos los días para ir a trabajar. Sin embargo, la importancia de esta equipación y la diversidad de la oferta actual deberían permitir una democratización de estos dispositivos de seguridad.

Un estilo muy marcado

Recién sacadas de su caja, las botas V Quattro X-Urban me parecieron muy bonitas. El tono del cuero es bastante uniforme (aunque es algo que no tardará en cambiar). Además, su mezcla de cuero con pátina estilo ante se conjunta bien con el diseño particularmente urbano de las botas. Su aspecto recuerda al de unas sneakers, pero con algo más de grosor.

El refuerzo para el cambio está decorado con el logotipo V Quattro en relieve. A falta de ser discreto, al menos tiene un innegable estilo motero. Este logotipo está presente en muchas partes del calzado: los botones de presión, el refuerzo de tobillo exterior, la lengüeta, los laterales y el tendón de Aquiles.

Las botas V Quattro X-Urban en detalle

Antes de pasar revista a toda la parafernalia de seguridad integrada, echemos un vistazo a lo que realmente da vidilla a este modelo. Las botas V Quattro X-Urban proponen un acertado sistema que sujeta los cordones. El objetivo es que estos últimos no se enreden alrededor de cualquier saliente del selector de cambio ni acaben pegándose en una parte candente del motor. Porque mira que son laaaaaargos como un día sin pan los dichosos cordones. El sistema de sujeción funciona bien, y aporta a las botas un toque estético.

En el modelo probado (marrón), la suela tiene un tono blanco roto, ligeramente estriado y bastante grueso. El look es algo macizo, pero se corresponde bien con el sentimiento de seguridad general. El acabado de la punta de las botas va a juego con la lengüeta, una bonita banda de estilo ante con un tono más oscuro. Es todo un acierto estético.

Toda una equipación de seguridad

Obviamente, las botas V Quattro X-Urban tienen homologación CE. Cuentan con refuerzos en el tacón y la punta del pie, así como protecciones para el maléolo interno y externo. Ya os aviso de que la sensación al dar los primeros pasos con estas botas V Quattro, no es precisamente la misma que con unas zapatillas Air Max. Las protecciones están ahí, aportando seguridad, y no os quepa duda de que cumplirán su misión en caso de caída.

Las suelas antideslizantes no me decepcionaron en ningún momento durante la prueba. Fueron más de 4 semanas llevándolas a diario, con frío o con lluvia, en gasolineras con todos los hidrocarburos posibles esparcidos por el suelo. ¡Ni una pega! Evidentemente, son muy rígidas y, sobre todo al principio, no facilitan la marcha, pero garantizan un aislamiento y una protección perfectos.

La comodidad hay que merecerla… ¡y mantenerla!

Dolor. Es obvio que las botas V Quattro X-Urban no son unas botas de senderismo. Pero el periodo de « adaptación » fue largo. El cuero es muy poco flexible, y el conjunto de dispositivos de seguridad integrados no facilita una comodidad inmediata. Además, la bota izquierda y la derecha no se flexibilizan de la misma forma. Las puntos duros que surgieron no se encuentran en el mismo lugar.

Olvidaos de conducir con ellas nada más sacarlas de la caja, ¡a menos que tengáis pensado pasar todo el día en la moto! Además, la gran cremallera lateral no basta por sí sola quitarse o ponerse las botas. Lo más probable es que tengáis que desatar las cuatro primeras alturas para extraer el pie. He visto botas más prácticas.

Ante la rudeza de la prueba de rodaje de las X-Urban, decidí darles un poco de crema nutriente…

Envejecimiento prematuro

Antes siquiera de aplicar la crema, un paño de microfibra húmedo bastó para deslucir bastante la uniformidad de tono de las botas V Quattro X-Urban. La crema hizo aparecer una generosa pátina prematura, al aclarar fuertemente determinadas zonas del cuero. He de deciros que me sorprendió bastante. Nunca antes había visto semejante cambio de tono en ninguna de mis equipaciones de cuero, pese a utilizar el mismo método.

Dos semanas después, hice un segundo tratamiento, esta vez con grasa de foca incolora, y el cuero se volvió más flexible, con una tonalidad algo más homogénea. No es que la pátina desentone con el look desenfadado de las botas, pero la precocidad de su aparición me dejó algo escéptico en cuanto a la resistencia de estas X-Urban con el paso del tiempo. Sobre todo llevándolas a diario.

No obstante, después de 4 semanas y con la ayuda de la grasa de foca, la comodidad alcanzó unos niveles correctos. Todavía distan mucho de ser unas pantuflas, pero sí que podría llevar mis pies dentro un día entero sin darme cuenta.

¡Nada que objetar en cuanto a su rendimiento!

Con las botas V Quattro X-Urban en los pies, uno se siente muy seguro (a falta de poder sentirse como con unas pantuflas). No resbalan, sujetan bien al pie, son lo suficientemente calientes para los meses más fríos del año y son totalmente impermeables. Dicho con otras palabras, cumplen su cometido ofreciendo un look muy marcado y unos orígenes moteros asumidos.