Prueba: Chaleco Acerbis Scudo 2.0


Es la primera vez en 20 años que conduzco con un chaleco de protección. Hasta ahora, no había tenido la oportunidad de probar uno, y la verdad es que tampoco me apetecía particularmente. Pensaba que no lo necesitaba. El chaleco Acerbis Scudo 2.0 me hizo cambiar de opinión. Tampoco es que ahora me lo ponga siempre, pero al menos comprendo mejor por qué a muchos pilotos les gusta conducir con este tipo de protección.

Conforme con las normas, por supuesto

Antes de empezar a hablar del producto en sí, hay una característica muy importante de este tipo de protección que conviene tener en cuenta: debe cumplir determinadas normas. Únicamente es obligatorio en competición (aunque tengáis fracturas por todas partes, como yo, os lo recomiendo incluso para los entrenamientos), pero debe tratarse de un modelo homologado.

Buenas noticias, el chaleco Acerbis Scudo 2.0 tiene certificación EN 1621-2 para el protector de espalda y EN 14021 para el protector pectoral. Podréis pasar todos los controles técnicos previos a la competición sin ningún problema.
Las protecciones de este chaleco en codos y hombros  también están certificadas, aunque la norma correspondiente aún no sea obligatoria.

Chaleco Acerbis Scudo 2.0: Sensación de seguridad

Os confieso que, si nunca antes me había apetecido probar un chaleco, es porque tenía miedo de sentirme apretado y perder en libertad de movimientos. Así pues, tenía bastantes dudas y, sobre todo, muchos prejuicios.

Si os soy sincero, necesité más de 10 minutos para encontrar los ajustes adecuados. Quería que me quedase perfecto. La ventaja de este chaleco es que está provisto de varias correas para satisfacer las necesidades de ajuste del mayor número posible de usuarios en lo que se refiere a las coderas y las hombreras. Una vez todo bien ajustado, se olvida pronto lo imponente que nos ha podido llegar a parecer este chaleco. En las primeras vueltas no estuve muy a gusto. Pero pronto noté que empezaba a ir cada vez más rápido, porque me sentía seguro. En mi opinión, esto es lo más positivo de un chaleco y de este chaleco en particular: uno no tiene miedo de caerse porque se siente protegido.

Y, para optimizar esta sensación de seguridad que le confiere su efecto ajustado, el Acerbis Scudo 2.0 está disponible en 3 tallas (S/M, L/XL y 2XL). Personalmente, mido 1 m 80 y peso 72 kg (¡Ay! Tal vez no debería haberlo dicho…). Finalmente me decidí por la primera de ellas, que me queda perfecta de largo y de ancho.

Para rematar la faena, el chaleco incluye un cinturón lumbar. Ya había conducido durante mucho tiempo con un cinturón (que no estaba integrado en mi peto). Es algo que protege y fortalece la zona lumbar. El cinturón del chaleco Acerbis Scudo 2.0 cumple perfectamente su función y alivia los músculos lumbares. En cambio, es demasiado largo y tiene tendencia a sacarme la camiseta y a bajarme el pantalón. Creo que finalmente cortaré 2-3 cm de la zona lumbar para evitar que suceda demasiado a  menudo. De todos modos, la certificación no se ve afectada por quitar un trocito del protector de espalda. Lo ideal hubiera sido poder desmontar el cinturón o poder retirar la última protección lumbar.

¿Compatible con los collarines?

Por supuesto que sí… ¡Pero no en mi caso!

Lo probé con dos marcas de collarines distintas y ambas funcionan muy bien con el Acerbis Scudo 2.0. El problema es que yo los utilizo de una forma que no funciona tan bien. Os explico: si conducís con el collarín puesto por encima del chaleco (tanto por delante como por detrás), perfecto, al igual que con cualquier protección relativamente reciente del mercado. En mi caso, me he acostumbrado a llevar la parte delantera del collarín por encima y la parte trasera por debajo de peto, en contacto con la piel, para que esté en contacto directo con la parte que debe proteger: la columna vertebral (cosas mías…).

El caso es que tuve un pequeño problema cuando empecé a conducir con el chaleco y la protección puestos de esta manera. El borde del cuello es de un material muy ligero y no lo suficientemente grueso como para retener las fijaciones de mi collarín. Al primer salto, el collarín se subió y creó una ligera presión contra mi casco.

En resumen: si lleváis vuestro collarín por encima del chaleco (como seguramente hagan la mayoría de pilotos), perfecto.

¡Mucho calor!

Hasta ahora, no comprendía a los riders que conducían únicamente con el chaleco (sin camiseta por encima). Personalmente, me parecía que les quedaba horroroso ?

Probando este chaleco, me di cuenta de que su malla ancha es muy transpirable y, al llevar una camiseta por encima, enseguida se pasa calor (de acuerdo… hacía 30 °C cuando lo probé). Lo único que se consigue es perder el interés y la eficacia de la malla. En invierno, la camiseta tiene un pase, pero, por encima de los 25 °C, el calor se vuelve insoportable.

Otro apunte: creo que las mangas desmontables son un punto a favor en los chalecos, y este no las tiene, al contrario del chaleco Acerbis MX Jacket Soft 2.0, que ya probamos aquí. Como hizo 30 °C durante mi prueba y no soy muy aficionado a las coderas, hubiera estado realmente genial poder quitar las mangas.

Protección4.8
Flexibilidad4
Ergonomía3.5
Peso3.3
Ventilación3.8
Acabados4.5

Mi opinión: Un serio competidor a ese precio

El chaleco Acerbis Scudo 2.0 cumple perfectamente su cometido y compite con los demás chalecos del mercado a un precio irresistible.
3.95

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