Nuestra historia. Nuestros antepasados. Parece que haya pasado mucho pero no hace tanto.
A mí me encanta recordar eso. Recordar porqué se luchaba. Recordar quién ganó y quién perdió. El motivo. El dolor. Y la sangre del pueblo derramada por defender sus ideales: la democracia.
Ruta en Moto recorriendo vestigios de la Guerra Civil en el Ebro
En la ruta de hoy nos acercamos a Marçà, un pueblito del Priorat, en Cataluña, para descubrir un hospital de sangre y la tumba de John Cookson. Además, aprovechamos este viaje para probar la chaqueta DXR Roadtrip y las botas TCX Bluma.
En toda la zona del Ebro hay varios vestigios de la Guerra Civil (1936 – 1939). Lugares que nosayudan a recordar que lo pasado fue real. Que es tangible.
Tras una pequeña carretera muy bucólica, llegamos a nuestra primera parada: un hospital de sangre. Se llamaban de ese modo puesto que eran hospitales improvisados cerca de la zona de guerra donde se atendían a los heridos.
En aquella época, los hospitales no daban abasto y se tuvo que improvisar sobre la
marcha para evitar que el número de muertos incrementara todavía más. En este hospital de sangre murió John Cookson en 1938, un americano que perteneció a la Brigada Internacional, luchando por la República Española. Y lo enterraron muy cerca.
Cogimos las motos y nos acercamos al pequeño santuario que el pueblo le ha rendido. Está dentro de la montaña, cerca de la carretera. Allí encontramos enterrado a John y a su lado, a Clarence Kailin, compañero de John que luchó en la Brigada Lincon y falleció en 2009 y a Fernando Iaffa, brigadista argentino que murió en 1985 y quiso que sus cenizas se esparcieran en Marçà, donde conoció a su mujer durante la Guerra Civil Española.
El momento de encontrar este pequeño santuario y las tumbas lo recordaré siempre. Fue una sensación extraña. Estas personas dieron su vida por la República Española pero sobre todo, para evitar que el fascismo se extendiera por Europa y acabara en una Segunda Guerra Mundial,que es exactamente lo que pasó.
A veces pienso si yo también daría mi vida para defender mis ideales. La respuesta es siempre la misma: sí.
Equipamiento para el frío: chaqueta DXR Roadtrip Lady y Botas TCX Bluma
Durante estos kilómetros recorriendo la comarca de las Terras de L’Ebre pude probar la chaqueta DXR Roadtrip y las botas TCX Bluma. ¡Vamosa ver qué me han parecido!
Chaqueta DXR Roadtrip
No soy una persona a la que le gusten las chaquetas de cordura. Prefiero el cuero por ese aire vintage y retro, ya se sabe. Pero esta chaqueta me ha sorprendido para bien. Es extremadamente ligera y al principio tenía dudas de que me abrigara suficiente. Estamos en pleno diciembre y hace frío. Pero se ha portado muy bien. Tiene un forro interior que se puede quitar para que sea mucho más fresquita durante los meses de calor. La ventilación es correcta y se adapta bien al cuerpo. Puedes ceñirla tanto como quieras para que no quede en plan saco de patatas. Algo que agradezco mucho.
Lo que más me gusta es el precio (¡súper económico!) y la cantidad de bolsillos que tiene. Además de su ligereza en marcha.
¿Lo que menos? Quizás sus protecciones, que me parecen un poco blandas.
Puntuación: 8/10 – por la calidad/precio, que es sorprendente.
Botas de moto TCX Bluma Lady
Tampoco soy de botas de este tipo, me gustan aquellas que parecen más casuales y que puedes utilizar fuera de la moto. Pero debo decir que las TCX me han robado el corazón.
Me costó mucho hacerme a ellas porque son duras al principio y hay que darlas de sí. Lo que recomiendo es ponerse las botas mientras estamos por casa, durante unos días, para que se adapte al pie. El tacto es correcto y puedes cambiar de marcha con cierta facilidad. Sujeta firmemente el tobillo y protege a la tibia de golpes no deseados (con la estribera, por ejemplo).
También tiene protecciones en los tobillos y lo mejor: ¡son Goretex! No hay nada que me haga más feliz que pasar un día de lluvia repentina que no se me mojen los pies. Además de que protege súper bien el frío y llevé los pies muy calentitos.
Lo que más me gusta es el Goretex y que tienen tallas pequeñas para mujer ya que me cuesta horrores encontrar mi talla (35-36) y con este modelo no he tenido ningún problema.
Lo que menos me gusta es que se tarda en adaptar la bota y lo pasé un poco mal durante los primeros kilómetros, ¡no podía poner bien las marchas! Pero fue pillarle el truco y el viaje se hizo muy fácil. Y por supuesto, dejaré a un lado el factor estético ya que son botas específicas para moto y para viajes.
Puntuación: 9/10
¡Qué ganas tengo de volver a recorrer los vestigios de la Guerra Civil! ¿Conocéis alguno? ¿Qué os ha parecido el material de Motoblouz?
¡Gas!
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