Guía de compra
GUÍA DE COMPRA AIRBAG MOTO

GUÍA DE COMPRA AIRBAG MOTO

Cada vez más personas se plantean adquirir un airbag para moto. El airbag pertenece a una nueva generación de equipación de seguridad y proporciona un nivel de protección que supera con creces el de los simples refuerzos rígidos. Para tenerlo todo un poco más claro, Cédric ha recopilado toda la información esencial sobre ellos: tipos de airbags, diferentes tecnologías, normas... y también sus inconvenientes. Después de haber leído esta guía, podrás tomar una decisión ¡con pleno conocimiento de causa!

TIPOS DE AIRBAG PARA MOTO

Los airbags de moto se presentan en varias formas: integrados en un chaleco, para llevarlo por encima o debajo de la chaqueta, o directamente integrados en ella. Para un uso en circuito, siempre tienes la posibilidad de ponerte un chaleco, pero también existen trajes ya equipados con airbag.

¿UN AIRBAG INTEGRADO O EXTERNO?

Ya sea integrado o externo, el principio del airbag es similar: uno o más cartuchos comprimidos liberan su gas en unos milisegundos justo después de que la moto se haya caído o golpeado contra un obstáculo.

Este gas llena las bolsas que absorberán parte de la energía del impacto que llega justo después, ya sea del contacto con el suelo o con otro vehículo, por ejemplo.

La disposición y volumen de estas bolsas varía de un modelo a otro, y cubren más o menos superficie.

Aun así, las áreas protegidas son la espalda, el tórax, la clavícula y las cervicales. Para esta última parte, el airbag es muy útil ya que actúa «bloqueando» el casco y, por tanto, limitando la inercia debida a su peso.

Un chaleco con airbag para llevar sobre la chaqueta: Helite Turtle 2

CADA UNO TIENE SUS PARTICULARIDADES

Chaqueta con airbag integrado - Dainese Smart Jacket LS

Algunos airbags incorporan protectores rígidos de espalda o tórax de nivel 2 (Helite, AlpineStars, Dainese, etc.), para asegurar una difusión aún mejor de la energía del impacto y evitar la perforación en caso de contacto con un obstáculo puntiagudo (estriberas, bordillos, etc.).

Existen algunos modelos que, tras un despliegue, los puedes rearmar tú mismo cambiando los cartuchos de gas mientras que otros, generalmente de más alta gama e integrados en chaquetas, requieren una devolución al taller para su inspección y cambio de los elementos «consumibles». Una intervención de este tipo suele costar entre 100 y 200 €.