¿Qué mejor que quince días con un tiempo deprimente y típicamente invernal para probar un producto vendido por el departamento de marketing de una marca precisamente para tal fin? Seguramente, nada. Las dos semanas que pasé con los guantes Five WFX Tech Outdry me lo confirmaron.
Para situaros en el contexto, nunca había tenido ningún producto de la marca Five. Por lo tanto, no tenía ningún prejuicio acerca de estos guantes de invierno que me confiaron para que los probará a fondo. Lo único que podía decir en aquel momento es que había conocido guantes con nombres más sencillos y «comunicativos», pero bueno… En cualquier caso, en cuanto los recibí, lo tuve muy claro: ¡hacía falta una prueba fría y húmeda!
Sacando los guantes Five WFX Tech Outdry de la caja
Primera impresión: tienen pinta de estar muy bien hechos. Los guantes Five WFX Tech Outdry, con su mezcla de piel y textil, transmiten una sensación de buena calidad. El cuero de flor de cabra ofrece una flexibilidad que se nota mucho al ponerse los guantes. Las costuras están muy cuidadas, al igual que los acabados en general.
También me llama enseguida la atención su sistema de puño doble: uno interno de neopreno, que se ajusta perfectamente a la muñeca y entra en la manga de la chaqueta, y otro externo, lo suficientemente amplio como para pasarlo por encima sin que ello suponga una pesadilla. También cuentan con doble cierre: uno a la altura de la muñeca y otro en la parte alta del puño, para ajustarlo sobre la manga de la chaqueta. Un sistema clásico, resistente, eficaz… y muy bien ejecutado en estos guantes Five.
Los guantes Five WFX Tech Outdry también están provistos de múltiples protecciones rígidas y refuerzos, a fin de proteger las manos de los moteros lo mejor posible en caso de caída. Protecciones rígidas en las falanges, una deslizadera en el exterior de la palma, refuerzos de piel en toda la palma y en el pulgar, el anular y el meñique… Estos guantes transmiten confianza en cuanto a su capacidad de protección.
Ola de frío
Durante mis quince días de prueba, tuve que hacer frente a la lluvia, la nieve y, sobre todo, el frío. Ya sé que esto tampoco es Siberia. Pero las condiciones de conducción diarias en las llanuras alpinas durante aquel mes de diciembre fueron bastante «fresquitas», con mínimas de -4 °C y máximas de +8 °C. Vamos, lo que viene a ser el invierno. Mi moto es una BMW R 1200 GS Adventure, provista de paramanos (a los que he añadido extensiones) y, por supuesto, de puños calefactables. Con temperaturas por debajo de los 0 °C, todo eso contribuye a atenuar y retrasar la sensación de frío. Aunque, sin unos guantes adecuados, tampoco es mucha la diferencia.
A fin de ser lo más objetivo posible en mi opinión, limité al máximo el uso de puños calefactables. ¡Qué abnegación! También he de decir que la mayoría de mis trayectos los hice a velocidades comprendidas entre los 90 y los 130 km/h, lo cual tiene una influencia significativa sobre mis impresiones debido al factor viento, que siempre hay que tener en cuenta.
Hasta los 5 °C, los guantes Five WFX Tech Outdry cumplen perfectamente su función. Nunca tuve sensación de frío en mis trayectos de una hora como máximo. Entre 5 y 0 °C, los dedos se me empezaron a enfriar al cabo de unos 20 minutos. Después de 30 minutos a unos 0 °C, tuve que recurrir a los puños calefactables. Por debajo de los 0 °C, mi experiencia indica que estos guantes requieren el uso de guantes interiores… ¡o de puños calefactables! Al menos, cuando la velocidad supere los 90 km/h.
Los guantes Five WFX Tech Outdry son realmente unos guantes de invierno. Pero muestran sus límites más allá de 20 minutos en torno a los 0 °C y con velocidad rápida. Dicho esto, si los utilizáis en ciudad o en periferia, es probable que ni os deis cuenta de todo esto.
Temporal de lluvia (y nieve)
Cuando se conduce todos los días en moto, uno termina enfrentándose necesariamente a las inclemencias del tiempo. Aquel mes de diciembre nos regaló tres episodios de nieve en llanura y de lluvias torrenciales. En resumen, todo lo necesario para poner a prueba la impermeabilidad del producto.
En este aspecto, los guantes Five WFX Tech Outdry nunca desmerecieron. La membrana Outdry cumple perfectamente su cometido. Aunque en ocasiones pasé más de una hora bajo los chubascos, mis manos siempre permanecieron secas.
Otro punto positivo fue el secado, bastante rápido una vez el guante mojado. A temperatura ambiente, en la oficina o en casa, unas horas bastan para recuperarlos en un estado correcto.
Hablemos de sensaciones
Normalmente, el mayor defecto que se les pueda achacar a unos guantes de invierno (aparte del de no abrigar) es la falta de sensaciones con los mandos.
En este sentido, los guantes Five WFX Tech Outdry están especialmente logrados. En primer lugar, porque se ajustan realmente a la mano. Sin llegar a un resultado tan radical como el de unos guantes de competición puros, el preconformado de los dedos y su diseño ajustado (que no apretado) son excepcionales. Lo mismo puede decirse en cuanto a la flexibilidad general, en particular la de la piel flor de cabra, que es toda una gozada. El puño interno de neopreno sujeta perfectamente la muñeca: es flexible y cómodo, y no molesta en ningún momento. Os diré más: para mí, que soy un integrista del guante de puño corto, utilizar estos Five nunca supuso un calvario.
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