Prueba: Protector de espalda Furygan XP1


¿La máxima seguridad al menor precio sin descuidar la comodidad? El protector de espalda Furygan XP1 parece reunir todos los requisitos…

Furygan XP1: Primeras impresiones

La mayoría de nosotros tenemos un protector de espalda integrado de nivel 1 en nuestra chaqueta. Para algunos ya es suficiente. Para otros como yo, la seguridad nunca es algo superfluo, así que ¿por qué privarse de ella?

Furygan propone un protector de espalda más bien fino, flexible y con cobertura desde la parte superior de la espalda hasta la zona lumbar: el Furygan XP1. Incluso protege parcialmente los omóplatos. El material utilizado es el D3O, con una flexibilidad que lo hace muy cómodo, y cuyas moléculas se compactan en caso de impacto para absorber la energía cinética. Este protector de espalda tiene la certificación CE EPI, nivel 2 (norma EN 1621-2).

Sus tirantes permiten una amplia variedad de ajuste en función de vuestra morfología. A este respecto, el Furygan XP1 está disponible en dos tallas: 8 y 9. Para mi metro 80, la talla 9 es perfecta.

Una cinta de velcro (¿demasiado?) ancha permite garantizar la sujeción de la parte inferior, logrando que el protector de espalda se ajuste perfectamente a vuestro cuerpo. Siendo sinceros, es tan ancha que se pueden guardar en ella objetos pequeños. En la talla 9, el protector de espalda mide 51 cm de largo por 33 cm de ancho.

¿Protector? ¿Qué protector?

El problema de un protector de espalda es que significa más equipamiento, más peso, más tiempo de preparación, más espacio… El Furygan XP1 es muy fácil de poner y, gracias a su flexibilidad, su grosor reducido (18 cm), su ligereza (900 g) y su ventilación, olvidaréis que lo lleváis puesto. No limitará en absoluto vuestros gestos y movimientos, y os permitirá una conducción cómoda. Lo llevé junto con el protector de espalda original de mi chaqueta, y no hubo ningún problema. Eso sí, a nivel estético, producía un ligero efecto «quasimodo». Ya veis lo que me importa… ¡de todas formas, siempre llevo una mochila a cuestas!

El único punto negro sería su cinta de velcro tal vez demasiado justa, que ejerce una ligera presión abdominal y os hará sudar en esa zona cuando vayáis por ciudad y apriete el calor.

Casi dos años de uso, y ni un solo signo de fatiga

No he tenido realmente ningún problema con los acabados. Desde diciembre de 2015, manipulo mi protector de espalda una media de veinte veces a la semana. La cinta de velcro sigue conservando toda su adherencia, y las costuras no muestran signos de debilidad, pese a que este suele ser un punto débil en Furygan.

En cuanto a su estilo, no os esperéis el summum de la elegancia ni una apariencia futurista: es un protector de espalda que cumple su función de seguridad y ya está.

Comodidad4.3
Estilo2.5
Seguridad4
Grosor4.5
Flexibilidad4.3
Acabados4.5

Mi opinión: Vuestro ángel de la guarda para trayectos medios y largos

Si bien es cierto que puede resultar incómodo para salir por la ciudad, os aportará la protección necesaria para vuestra espalda en los trayectos más largos, sin descuidar vuestra comodidad y vuestra libertad de movimientos. Tanto en rutas largas como en trayectos cotidianos, o incluso para darle a la muñeca en circuitos, cumplirá su misión sin envejecer demasiado rápido. Con un precio tan bajo, ¿por qué no probar?
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Gabriel

Gabriel, con carnet de moto desde 2013. Desde entonces no puede bajarse de la moto. Conduzco a diario una Sportster para ir al trabajo, con una sonrisa de oreja a oreja. Sin embargo no soy una persona que se encasille en un único estilo de moto, motivo por el cual también me estoy iniciando en el universo Trail Adventure, el cual me apasiona mucho! Para mi moto busco siempre combinar el estilo y las altas prestaciones.

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